Muchas veces solicitar créditos en entidades bancarias puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza; y el abogado Nazareno Duarte, de la ciudad de Paraná, lo vivió en carne propia.
Duarte necesitaba un crédito financiero y buscó diferentes alternativas que cubrieran su necesidad, pero ante las instituciones a las que recurrió no calificaba para que el préstamo le sea otorgado. Esta angustiante situación lo llevó a consultar con una colega que le informó acerca de las líneas de créditos de la Caja Forense que, hasta ese momento, él desconocía. “Yo no sabía que podía acceder a esos créditos. Fue espectacular porque para los bancos yo no calificaba por distintas cuestiones. Además, es mucho más beneficioso el préstamo de la Caja porque los intereses son mucho menores”, comentó el afiliado.
Luego de terminar el trámite y presentar los documentos requeridos en administración, “a los tres días ya tenía depositada la plata en mi cuenta bancaria. Fue rapidísimo, mucho más rápido de lo que yo pensaba. Automáticamente me depositaron el dinero”, señaló.
El Dr. Duarte remarcó la facilidad de acceso y los requisitos solicitados para acceder a este beneficio: “Es mucho más accesible y beneficioso que cualquier banco, financiera u otro organismo que preste plata. Porque no me pidieron demasiados requisitos; solamente tener el respaldo de un colega garante que esté matriculado en la institución y que, además, esté al día con los aportes”.
Al superar el límite de edad, Nazareno no pudo acceder el crédito para jóvenes profesionales, pero destacó los beneficios que tiene esta línea de ayuda económica para quienes están dando sus primeros pasos en el ejercicio profesional. “Hasta los 35 años tenés más beneficios y menos intereses, además de que los requisitos son menores. Hay más facilidades para aquellos que recién comienzan su profesión y son más jóvenes”.
Antes de necesitar el préstamo, el abogado paranaense reconoció no haber estado informado sobre la variedad de beneficios que la Caja otorga a los profesionales por estar afiliados a la institución, como por ejemplo los descuentos en comercios y descuentos en alojamientos turísticos. “Si mi abogada de familia no me hubiera abierto los ojos sobre que tenía esa posibilidad, probablemente no se me cruzaba por la cabeza que la Caja pudiera brindarme un crédito”.
El abogado Duarte se mostró muy agradecido y satisfecho de poder contar con esta posibilidad a través de nuestra institución: “Me sacaron de una situación que me hizo salir adelante en eso que yo necesitaba”.
